Las temperaturas extremas, placas de hielo y demás condiciones meteorológicas aumentan la peligrosidad de extraer petróleo en este remoto lugar. Si nos paramos a pensar en lo que supondría la labor de limpieza en el caso de alguna fuga, tratándose de un lugar como ese, las repercusiones medioambientales serían catastróficas. Hay que considerar que el ecosistema del Ártico es frágil ya por sí mismo y que alberga un montón de especies que ya se han visto afectadas por el calentamiento global, el cual además podría verse acelerado con este tipo de explotación. Si a esto le añadimos las dificultades que entrañaría el remediar el desastre - por otro lado más probable que en ningún otro sitio dada la dificultad de la extracción - las consecuencias podrían ser catastróficas.
21 de agosto de 2012
Petróleo en el Ártico desastre ambiental
El Océano Ártico, con sus 14 millones de kilómetros cuadrados, alberga un 25% del petróleo y del gas natural no-extraídos del planeta. Hasta hace poco, las dificultades para extraer las reservas de petróleo en el Ártico habían frenado el interés, sin embargo la inminente crisis energética y la desmesurada subida de precios, acerca cada vez más la explotación del Ártico, lo que posiblemente desembocará en undesastre ecológico por el impacto medioambiental que supondrá.
Las temperaturas extremas, placas de hielo y demás condiciones meteorológicas aumentan la peligrosidad de extraer petróleo en este remoto lugar. Si nos paramos a pensar en lo que supondría la labor de limpieza en el caso de alguna fuga, tratándose de un lugar como ese, las repercusiones medioambientales serían catastróficas. Hay que considerar que el ecosistema del Ártico es frágil ya por sí mismo y que alberga un montón de especies que ya se han visto afectadas por el calentamiento global, el cual además podría verse acelerado con este tipo de explotación. Si a esto le añadimos las dificultades que entrañaría el remediar el desastre - por otro lado más probable que en ningún otro sitio dada la dificultad de la extracción - las consecuencias podrían ser catastróficas.
¿Puede la industria del petróleo garantizar la seguridad de las perforaciones en el Ártico? Si pensamos en los ejemplos que todos conocemos en lugares más cálidos, cercanos a ciudades y con toda la tecnología a su alcance, la respuesta probablemente sea no. No están preparados para afrontar con éxito la limpieza en el caso de que resultase necesario, para empezar porque el petróleo no se comporta del mismo modo en aguas templadas que en el hielo.
Pero no sólo estamos hablando de petróleo. Un informe del Instituto de Investigaciones Geológicas de Estados Unidos señala también que la región contiene tanto gas naturalcomo todas las reservas conocidas en Rusia. Este dato, unido a la cada vez mayor accesibilidad debido al deshielo por el calentamiento global, sitúa al Ártico en el punto de mira como un auténtico filón de recursos naturales. Gas, petróleo y también valiosos minerales podrían ser disputados en un futuro no muy lejano, dado que la zona se calientatres veces más rápido que el resto del mundo, lo cual implica un cambio de no retorno en algunos de sus ecosistemas y una zona cada vez más amplia sobre la que estas industrias podrían actuar. Algunos expertos hablan incluso de que será una realidad antes de 40 años teniendo en cuenta la aceleración del deshielo. A todas estas consideracionesmedioambientales, además hay que sumarles las políticas y sociales, dado que el Árticoestá habitado por cuatro millones de personas, entre ellas tribus indígenas, que tienen derecho a los recursos naturales de la tierra en la que viven. En definitiva, la extracción de petróleo en el Ártico es un tema controvertido y polémico, en el que los intereses económicos y la protección medio ambiental se enfrentarán en una lucha por este filón del Ártico que puede quedar seriamente perjudicado si no se toman las precauciones necesarias.
Las temperaturas extremas, placas de hielo y demás condiciones meteorológicas aumentan la peligrosidad de extraer petróleo en este remoto lugar. Si nos paramos a pensar en lo que supondría la labor de limpieza en el caso de alguna fuga, tratándose de un lugar como ese, las repercusiones medioambientales serían catastróficas. Hay que considerar que el ecosistema del Ártico es frágil ya por sí mismo y que alberga un montón de especies que ya se han visto afectadas por el calentamiento global, el cual además podría verse acelerado con este tipo de explotación. Si a esto le añadimos las dificultades que entrañaría el remediar el desastre - por otro lado más probable que en ningún otro sitio dada la dificultad de la extracción - las consecuencias podrían ser catastróficas.
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