Narrador testigo:
El narrador no es el protagonista, sino un personaje secundario que nos cuenta las andanzas del primero; puede usar la primera o la tercera persona. Esta forma de narrar no da acceso a la vida interior de los personajes más que de una manera limitada, ya que sólo puede referirse a lo que piensan o sienten por lo que expresan sus palabras y gestos.
Narrador omnisciente:
Es un dios en la historia. Lo sabe todo: lo que los personajes sienten, piensan y hacen; lo que deberían haber hecho; lo que soñaron, sus recuerdos y lo que no recuerdan también. Penetra en el interior de la conciencia de los personajes, devela su personalidad y, en ocasiones, puede juzgarlos. No tiene límites de espacio o tiempo, puede narrar el pasado y el futuro e incluso estar en varios lugares a la vez.
Narrador cuasi-omnisciente:
Es parecido a lo que hace una cámara de video: puede observar a los personajes, sus gestos y reacciones, pero será el lector quien interprete sus emociones. Por ejemplo, se puede presentar al personaje despertándose violentamente en medio de la noche, pero para saber el contenido de su pesadilla es necesario que se la cuente a alguien. Este narrador no es un testigo porque puede estar en donde nadie puede llegar.
El narrador no es el protagonista, sino un personaje secundario que nos cuenta las andanzas del primero; puede usar la primera o la tercera persona. Esta forma de narrar no da acceso a la vida interior de los personajes más que de una manera limitada, ya que sólo puede referirse a lo que piensan o sienten por lo que expresan sus palabras y gestos.
Narrador omnisciente:
Es un dios en la historia. Lo sabe todo: lo que los personajes sienten, piensan y hacen; lo que deberían haber hecho; lo que soñaron, sus recuerdos y lo que no recuerdan también. Penetra en el interior de la conciencia de los personajes, devela su personalidad y, en ocasiones, puede juzgarlos. No tiene límites de espacio o tiempo, puede narrar el pasado y el futuro e incluso estar en varios lugares a la vez.
Narrador cuasi-omnisciente:
Es parecido a lo que hace una cámara de video: puede observar a los personajes, sus gestos y reacciones, pero será el lector quien interprete sus emociones. Por ejemplo, se puede presentar al personaje despertándose violentamente en medio de la noche, pero para saber el contenido de su pesadilla es necesario que se la cuente a alguien. Este narrador no es un testigo porque puede estar en donde nadie puede llegar.
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