Noticias Ecológicas
Sábado 20 de octubre de 2012
Buscan liberar la ribera en la Costanera Norte
Detrás de Costa Salguero se debe construir un paseo que permita la libre circulación a 15 metros del río
Por Laura Rocha
Detrás del driving del golf, entre los
escombros, desemboca el arroyo Medrano
. Foto: LA NACION / Emiliano
LasalviaMás notas para entender este tema
Buena parte de la costa del Río de la Plata es inaccesible. No sólo por la suciedad y la contaminación, sino también por algunas construcciones que no dejan el espacio que establece la ley para que los vecinos puedan acercarse hasta las aguas.
"Tienen que entender que esto no es de nadie. Es del Estado, de todos nosotros. Desde hace un tiempo, podemos entrar hasta acá, pero siempre nos hacen algún problema", contó Félix Sandoval, que llega a la Costanera Norte desde Del Viso, para pescar todos los viernes de su vida desde hace 20 años.
Sandoval se refiere al complejo Costa Salguero, concesionado a la empresa Telemetrix SA, al que la Justicia ordenó respetar los 15 metros de espacio público que deben dejar liberados entre el río y las construcciones. El gobierno porteño, además de ver que se cumpla ese fallo judicial, deberá presentar un proyecto para abrir un camino público de acceso al paseo costero que deberá construir en el lugar.
La resolución judicial dio un plazo de diez días a la empresa y a la administración porteña para presentar el proyecto. Ayer en la Procuración informaron a LA que se está trabajando en el plan y que será presentado en tiempo y forma.
La medida fue dictada por la jueza en lo Contencioso, Administrativo y Tributario Patricia López Vergara, por el incumplimiento de una medida cautelar anterior. Aquel amparo había sido presentado por el entonces legislador Facundo Di Filippo y por la diputada Rocío Sánchez Andía (ARI) en 2008.
Félix Sandoval pesca en el lugar todos los viernes y desde hace 20 años. Foto: LA NACION / Emiliano Lasalvia"La concesión se entregó en la época menemista, pero no dejaron el espacio público que exige la ley. Deben respetar el camino de sirga, así como también construir un camino de acceso. Pagan un canon bajo y subalquilan espacios por los que ganan mucho dinero. Deben hacer lo que ordena la ley", indicó Sánchez Andía a LA NACION.
El espacio fue concesionado en 1991 por un plazo de 30 años. El precio del canon mensual que pagan fue actualizado por la administración porteña, y ahora es de 100.000 pesos por mes.
Cabe recordar que dentro del complejo hay un boliche bailable, un hotel, un centro de oficinas, undriving de golf y varias cocheras que subexplotan las instalaciones.
Sandoval, junto con un puñado de pescadores, pasa las horas esperando que piquen dorados, bogas y carpas. Pero las condiciones de los terraplenes no son las mejores.
Es que, entre el boliche Caix y la desembocadura del arroyo Medrano, no hay espacio para caminar. Sólo pueden acomodarse en las construcciones que sirven de rompiente de las aguas no tan limpias del Río de la Plata.
Pero para ellos la contaminación no es un problema. Tienen su propia teoría. "Los peces son muy sensibles. Si tuvieran algo malo, estarían muertos en menos de 24 horas. Todo lo que sacamos es comestible", aseguró Sandoval, que se queda durante toda la madrugada, aunque llueva. Carga su lámpara portátil, su caña, y dice que ésa es una buena forma de encontrar un momento de relax.
A pocos metros de allí, acostumbrados a los ruidos de la Central Termoeléctrica Costanera y de los aviones que bajan al aeroparque metropolitano cada cinco minutos, Emanuel Comán y Juan Carlos Godoy se felicitan por la pesca del día. Sacaron un dorado enorme, además de otras piezas más pequeñas, que compartirán con sus familias.
Godoy es electricista. "Cuando no tengo trabajo, vengo a pescar. Me encanta venir acá, me relaja. Una vez cada 15 días me hago un rato. A mi mujer también le gusta acompañarme, con mis nietos, el problema es que esto no está preparado. No hay ni un baño químico. Si esto fuera un paseo costero debería estar cuidado y tener las cosas mínimas. Los vecinos también tienen que cuidar, obvio", sostuvo.
Hoy existe un acceso, de material, donde se unen la avenida Rafael Obligado y Ramón Castilla. Los pescadores recuerdan que hasta hace cinco años estaba cerrado. En la entrada, hay un puesto de la Prefectura Naval Argentina con tres agentes que están durante todo el día, según aseguran los visitantes.
Pero, a unos trescientos metros, una suerte de paseo de concreto, que hasta cuenta con bancos se termina. Y comienzan los cerramientos que han colocado en los distintos locales. A la altura de Caix, hay vidrios y rejas, y una red separa al driving de golf de las murallas que contienen las olas del río.
Son precisamente estos elementos los que la Justicia ordenó quitar. "La demandada deberá proceder al retiro o corrimiento de los vallados o cercos colocados sobre el borde de la ribera, y su reinstalación a una distancia que permita habilitar un camino de cinco metros, como mínimo ganando este terreno y evitando la interrupción del paso, para lograr su continuidad y circulación libre con el camino que se reanuda a la altura del Golf Club", dice el fallo.
Por Laura Rocha
Detrás del driving del golf, entre los
escombros, desemboca el arroyo Medrano
. Foto: LA NACION / Emiliano
LasalviaMás notas para entender este tema
Buena parte de la costa del Río de la Plata es inaccesible. No sólo por la suciedad y la contaminación, sino también por algunas construcciones que no dejan el espacio que establece la ley para que los vecinos puedan acercarse hasta las aguas.
"Tienen que entender que esto no es de nadie. Es del Estado, de todos nosotros. Desde hace un tiempo, podemos entrar hasta acá, pero siempre nos hacen algún problema", contó Félix Sandoval, que llega a la Costanera Norte desde Del Viso, para pescar todos los viernes de su vida desde hace 20 años.
Sandoval se refiere al complejo Costa Salguero, concesionado a la empresa Telemetrix SA, al que la Justicia ordenó respetar los 15 metros de espacio público que deben dejar liberados entre el río y las construcciones. El gobierno porteño, además de ver que se cumpla ese fallo judicial, deberá presentar un proyecto para abrir un camino público de acceso al paseo costero que deberá construir en el lugar.
La resolución judicial dio un plazo de diez días a la empresa y a la administración porteña para presentar el proyecto. Ayer en la Procuración informaron a LA que se está trabajando en el plan y que será presentado en tiempo y forma.
La medida fue dictada por la jueza en lo Contencioso, Administrativo y Tributario Patricia López Vergara, por el incumplimiento de una medida cautelar anterior. Aquel amparo había sido presentado por el entonces legislador Facundo Di Filippo y por la diputada Rocío Sánchez Andía (ARI) en 2008.
Félix Sandoval pesca en el lugar todos los viernes y desde hace 20 años. Foto: LA NACION / Emiliano Lasalvia"La concesión se entregó en la época menemista, pero no dejaron el espacio público que exige la ley. Deben respetar el camino de sirga, así como también construir un camino de acceso. Pagan un canon bajo y subalquilan espacios por los que ganan mucho dinero. Deben hacer lo que ordena la ley", indicó Sánchez Andía a LA NACION.El espacio fue concesionado en 1991 por un plazo de 30 años. El precio del canon mensual que pagan fue actualizado por la administración porteña, y ahora es de 100.000 pesos por mes.
Cabe recordar que dentro del complejo hay un boliche bailable, un hotel, un centro de oficinas, undriving de golf y varias cocheras que subexplotan las instalaciones.
Sandoval, junto con un puñado de pescadores, pasa las horas esperando que piquen dorados, bogas y carpas. Pero las condiciones de los terraplenes no son las mejores.
Es que, entre el boliche Caix y la desembocadura del arroyo Medrano, no hay espacio para caminar. Sólo pueden acomodarse en las construcciones que sirven de rompiente de las aguas no tan limpias del Río de la Plata.
Pero para ellos la contaminación no es un problema. Tienen su propia teoría. "Los peces son muy sensibles. Si tuvieran algo malo, estarían muertos en menos de 24 horas. Todo lo que sacamos es comestible", aseguró Sandoval, que se queda durante toda la madrugada, aunque llueva. Carga su lámpara portátil, su caña, y dice que ésa es una buena forma de encontrar un momento de relax.
A pocos metros de allí, acostumbrados a los ruidos de la Central Termoeléctrica Costanera y de los aviones que bajan al aeroparque metropolitano cada cinco minutos, Emanuel Comán y Juan Carlos Godoy se felicitan por la pesca del día. Sacaron un dorado enorme, además de otras piezas más pequeñas, que compartirán con sus familias.
Godoy es electricista. "Cuando no tengo trabajo, vengo a pescar. Me encanta venir acá, me relaja. Una vez cada 15 días me hago un rato. A mi mujer también le gusta acompañarme, con mis nietos, el problema es que esto no está preparado. No hay ni un baño químico. Si esto fuera un paseo costero debería estar cuidado y tener las cosas mínimas. Los vecinos también tienen que cuidar, obvio", sostuvo.
Hoy existe un acceso, de material, donde se unen la avenida Rafael Obligado y Ramón Castilla. Los pescadores recuerdan que hasta hace cinco años estaba cerrado. En la entrada, hay un puesto de la Prefectura Naval Argentina con tres agentes que están durante todo el día, según aseguran los visitantes.
Pero, a unos trescientos metros, una suerte de paseo de concreto, que hasta cuenta con bancos se termina. Y comienzan los cerramientos que han colocado en los distintos locales. A la altura de Caix, hay vidrios y rejas, y una red separa al driving de golf de las murallas que contienen las olas del río.
Son precisamente estos elementos los que la Justicia ordenó quitar. "La demandada deberá proceder al retiro o corrimiento de los vallados o cercos colocados sobre el borde de la ribera, y su reinstalación a una distancia que permita habilitar un camino de cinco metros, como mínimo ganando este terreno y evitando la interrupción del paso, para lograr su continuidad y circulación libre con el camino que se reanuda a la altura del Golf Club", dice el fallo.
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