23 de octubre de 2013

El patito feo Pictograma


En una hermosa mañana de verano, los huevoshuevosque había empollado la mama pata, empezaban a romperse, uno a uno. Los patitos fueron saliendonaciendopoquito a poco, llenando de felicidada los papás y a sus amigos. Estaban tan contentos que casi no se dieron cuenta
de que un huevo, el mas grande de todos, 

aún permanecía intacto.

mama pata, y los patitos recién nacidos, concentraron su atención en el huevo, a ver cuando se rompería. Al cabo de algunos minutos, el huevo empezó a moverse, y luego se pudo ver el pico, luego el cuerpo, y las patasdel felicidad patito.

Era el mas grande, y para sorpresa de todos, muy distinto de los demás.Y cómo era diferente, todos empezaron a llamarle 

el patito Feo.
La mamá mama pata, avergonzada por haber tenido un patito  tan feo, le apartó con el alamientras daba atención a los otros 
patitospatitospatitos. El patito  feo empezó a darse cuenta de que allí no le querían. Y a medida que crecía, se quedaba aún mas feo, y tenía que soportar las burlasburlasde todos.

Entonces, en la mañana siguiente, muy temprano, el patito  decidió irse de la granjatristey solo, el patito  siguió un camino por el bosque hasta llegar a otra granja. Allí, una vieja granjera le recogió, le dio de comer y beber, y el patito  creyó que había encontrado a alguien que le quería. Pero, al cabo de algunos días, él se dio cuenta de que la granjera era mala y sólo quería engordarle para transformarlo en un segundo plato.
El patito  salió corriendo como pudo de allí. 

El invierno había llegado, y con el, el frío, el hambre, y la persecución de los cazadores. 

El patito  feo lo pasó muy mal, pero sobrevivió hasta la llegada 
de la primavera. Los días pasaron a ser mas calurosos y llenos de .colores , y el patito  empezó a animarse otra vez.

Un día, al pasar por un estanque, vio las avesmás hermosas que jamás había visto. Eran elegantes, delicadas, y se movían como verdaderas bailarinas, por el agua. El patito , aún acomplejado por la figura y la torpeza que tenía, se acercó a una de ellas y le preguntó si podía bañarse también en el estanque. Y uno de los cisnes le contestó:

- Pues, ¡claro que sí! Eres uno de los nuestros.

Y le dijo el patito :
- ¿Cómo que soy uno de los vuestros? Yo soy feo y torpe, todo lo contrario de vosotros.
Y cisnes le dijeron:
- Entonces, mira tu reflejo en el agua del estanque y verás cómo 
no te engañamos.
El patito  se miró y lo que vio le dejó sin habla...
¡Había crecido y se había transformado en un precioso cisne! 
Y en este momento, él supo que jamás había sido feo. 
Él no era un patitos sino un cisne. 
Y así, el nuevo cisne se unió a los demás cisnes y 
vivió felicidad para siempre.

cisne

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